jueves, 2 de agosto de 2012

Oración de Liberación

Mateo 18:8

De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

En el nombre de Jesucristo ato todo principado, potestad del aire, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales en las regiones celestes, ángeles caídos, espíritus que no dan gloria a Dios. En el nombre de Jesús los ato y los echo fuera de mi vida, de mi hogar, de mi parentela, de la iglesia y Jehová Dios los reprenda.

En el nombre de Jesucristo Jehová Dios reprenda al hombre fuerte de las tinieblas, en el nombre de Jesucristo ato toda herencia de maldición, pactos satánicos desde la 3° y 4° generación antes y después de nosotros. Declaro roto todo yugo, toda ligadura por hechicería, brujería, ocultismo, astrología, idolatría, incredulidad, adulterio, fornicación, drogadicción, alcoholismo, espiritus de opresión, enfermedad, mal genio, odio, altivez, blasfemias, pasiones desordenadas, malos deseos, muerte, avaricia, división, contiendas, celos, temor, duda, resentimiento, inseguridad, depresión, nerviosismo, confusión, frustración, decepción, daño, tensión, ansiedad, desunión en los hogares, desunión en las parejas de esposos, desunión en los hermanos, desunión entre padres e hijos.

Toda falta de perdón, toda falta de humanidad, toda raíz de amargura. En el nombre de Jesucristo los ato y los echo fuera de mi hogar, de mi parentela, de la iglesia y Jehová Dios los reprenda.

En el nombre de Jesucristo ato todo espíritu de accidente, de incendio, de desastres naturales, escasez, pobreza, miseria, ruina, todo espíritu devorador de finanzas de los hijos de Dios que no los dejan prosperar, en el nombre de Jesucristo Jehová Dios los reprenda.

miércoles, 25 de julio de 2012

Declaración de fe

Hoy decido por mi propia volundad someterme plenamente a Dios como se me ha dado a conocer mediante las Sagradas Escrituras, las cuales acepto con sinceridad como única norma inspirada, infalible y autorizada para toda la vida, En este día no juzgaré a Dios, su obra, a mi mismo o a otros basándome en sentimientos o cincunstancias.

Reconozco por la Fe que el Dios Uno y Trino es digno de toda honra, alabanza y adoración como Creador, Sustentador y fin de Todas las cosas. Confieso que Dios, mi Creador, me hizo para Sí; por tanto, en este día escojo vivir para El.

Reconozco por la Fe que Dios me amó y me escogió en Jesucristo antes del comienzo de los tiempos.

Reconozco por la Fe que Dios ha mostrado su amor por mi enviando a Su Hijo a morir en mi lugar, haciendo provisión en El para mis necesidades pasadas, presentes y futuras mediante Su obra redentora, y que he sido avivado, resucitado y sentado con Jesucristo en los lugares celestiales, así como ungido con el Espíritu Santo.

Reconozco por la Fe que Dios me ha aceptado, puesto que he recibido a Jesucristo como Señor y Salvador. Que El me ha perdonado. Me ha adoptado en Su familia, asumiendo toda responsabilidad por mí. Me ha dado vida eterna. Me ha aplicado la perfecta justicia de Cristo, de modo que estoy justificado. Me ha hecho completo en Cristo. Y se me ofrece a Si mismo como mi suficiencia diaria por medio de la oración y de las deciciones de Fe.

Reconozco por la Fe que el Espíritu Santo me ha bautizado en el Cuerpo de Cristo. Me ha sellado. Me ha ungido para la vida y el servicio. Me está guiando a un caminar más profundo con Jesucristo. Y quiere llenar mi vida de Él.

Reconozco por la Fe que solo Dios puede tratar con el pecado y producir una vida santa. Ahora confieso que para vivir una vida santa no puedo sino rendirme a Su voluntad y recibirle a Él como mi santificación, confiando en que hará todo lo necesario, en mi vida externa e internamente a fin de capacitarme para vivir en pureza, libertad, descanso y poder para Su gloria.

Habiendo confesado que solo Dios es digno de toda alabanza; que las Escrituras son la única norma autorizada; que solo Dios puede tratar con el pecdo y producir la sandidad de vida, reconozco de nuevo mi total dependencia de Él y mi sumisión a Él. Acepto la verdad de que el orar en fe es absolutamente necesario para que se cumpla la voluntad y la gracia de Dios en mi vida diaria.

Reconozco que la fe es una respuesta completa a Dios por la que me apropio de la provisión diaria que el Señor ha hecho, me comprometo a lo siguiente:

1.- Para éste día, decido por la Fe rendirme plenamente a la autoridad del Dios que se ha revelado en la escritura, obedeciéndole. Confieso mi pecado, acepto la pecaminosa realidad de mi vieja naturaleza y escojo voluntariamente andar en la luz, de acuerdo con Cristo, durante todas las horas de éste día.

2.- Para éste día, decido rendirme plenamente a la autoridad de Dios, como se revela en la Escritura, creyendo en El. Acepto como autoridad final solamente Su Palabra. Ahora creo que, puesto que he confesado mi pecado, El me ha perdonado y limpiado. Acepto que la promesa de Su Palabra es MI TODO y mi descanso, y me conduciré de acuerdo a ello.

3.- Para éste día, decido por la Fe reconocer que Dios ha provisto todo para poder cumplir Su Voluntad y Su Llamado. Por tanto, no pondré ninguna excusa por mi pecado o fracaso.

4.- Para éste día, me decido a recibir voluntariamente de Dios la provisión que El ha hecho para mí.  Renuncio a todo esfuerzo propio por conducir mi vida cristiana y cumplir el servicio a Dios; así como también toda oración pecaminosa que pide al Señor que cambie las circunstancias y la gente para que yo pueda ser mas espiritual; renuncio igualmente a retraerme en modo alguno de la obra del Espíritu Santo dentro de mí y del llamamiento externo de Dios, y desecho cualquier motivo, meta o actividad que no sea bíblica y sirva a mi pecaminoso orgullo.


Ahora recibo sinceramente a Jesucristo como mi santificación y en particular, como la limpieza de mi vieja naturaleza; le pido al Espíritu Santo que aplique la obra de Cristo realizada a mi favor en la crucifixión. Además, en cooperación con El y dependiendo de El, obedezco al mandato de "despojarme del viejo hombre".

Recibo sinceramente a Jesucristo como mi santificación, en particular como mi capacitación, momento a momento, para vivir por encima del pecado, y pido al Espíritu Santo que me revele la obra de la Resurrección, a fin de poder andar en Novedad de Vida. Confieso que solo Dios es capaz de tratar con mi pecado y producir la santidad y el fruto del Espíritu en mi vida. Cooperando con Él y dependiendo el Él, obedezco al mandato de "Revestirme del Nuevo Hombre".

Recibo a Jesucristo como mi liberación de Satanás, y ocupo mi posición con Él en los lugares celestiales, pidiéndole al Espíritu Santo que me aplique la obra de la Ascensión. En su nombre me someto a Dios y resisto a toda influencia y sutileza del diablo. Con la ayuda de Dios, y dependiendo de El, obedezco el mandamiento de "resistir al diablo".

Recibo al Espírtu Santo como mi unción para cada aspecto de mi vida y servicio en el día de hoy. Abro por completo mi vida a Él para que me llene de nuevo en obediencia al nuevo mandamiento de "ser llenos del Espíritu Santo".

Habiendo hecho estas confesiones y tomado estas decisiones de fe, ahora recibo el descanso que Dios ha prometido para éste día. Por tanto, descanso en la fe, sabiendo que en el momento de tentación, prueba o necesidad, el Señor mismo estará conmigo como mi forzaleza y suficiencia.

martes, 24 de julio de 2012

Desatando la bendición

En el nombre de Jesucristo desato la bendición en mi vida espiritual y crecimiento en la obra del Señor.

Declaro que amo a mi Dios, que lo adoro en espíritu y en verdad, que le doy mi corazón, y acepto que Él controle mi vida para siempre. En el nombre de Jesucristo declaro salud total sobre mi cuerpo, Cristo llevó mi enfermedad a la cruz, y por sus llagas yo fui sanado. Desato la bendición en mi área financiera y prosperidad en los negocios y ganancias.

Hageo 2:8
Mía es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.

Juan 1:12
Mas a todos lo que le reciberon, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios y esta promesa es para nosotros sus hijos.

Isaías 23:18
Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse y se vistan espléndidamente.

Damos gracias a Dios por el poder que ha dado a la Iglesia, por ser nosotros el cuerpo de Cristo y por habe sujetado todas las cosas debajo de nuestros pies (Hechos 1:8; Efesios 1:22-23)